Hace unos días, dejamos con un punto y seguido el proceso de defensa peninsular conocido como la Milicia General. Tal y como comenté, durante el reinado de Carlos I el sistema se dejó en punto muerto, realmente no era necesario poner en marcha un sistema defensivo de esa magnitud. En cambio, durante la segunda época del reinado de Felipe II, (historiográficamente se le conoce como giro al norte, c.1570) se retomó el plan ante las urgentes necesidades económicas y demográficas que atravesaba el reino. Detengámonos en este aspecto, pues marca el devenir de la defensa peninsular.
Antes de 1570, los ataques costeros eran esporádicos y limitados al mediterráneo, con el turco como principal enemigo. Sucesivas paces se hicieron con la Sublime Puerta con el objetivo de poner fin a sus actos, pero se estaba fraguando un cambio radical, ahora las potencias norte-europeas eran quienes querían incordiar la península, y en definitiva al Monarca.